Adelanto que este es un artículo, lo escribo desde la propia experiencia, por si a algún emprendedor le puede servir, y puede evitar los errores cometidos por mí.
A medida que crecemos y nos hacemos adultos, tenemos que madurar, y uno de los indicativos de la madurez es sin duda la toma de decisiones. Algo de lo que en la infancia ni se nos ocurre que necesitemos, y que a medida que crecemos, vamos teniendo que hacer cada vez de forma más frecuente en nuestro día a día.
Y ni que decir tiene, que si tienes una empresa, o te embarcas a emprender un nuevo proyecto, ese será tu día a día. Porque a diario querrás hacer cosas, y cada cosa que hagas requiere tomar una decisión de entre todas las opciones posibles. Y la decisión a tomar ha de pasar por ti, ya sea porque tengas muy clara la respuesta, como líder que eres de tu organización, o start-up, que te recuerdo por si se te olvida que lo eres.., o bien, ya te las apañarás.. para llegar a la conclusión mejor y decidir. Porque hagas lo que hagas, tu decisión siempre tendrá consecuencias, buenas o malas, pero las tendrá.
Ahí, es donde después de tomar muchas decisiones, a veces incluso a contrarreloj, algunas de ellas las fastidias, como ser humano que eres, por muy líder que en teoría debas ser.., y en entonces, es cuando quizás, a la siguiente decisión te resulta algo más difícil de tomar, y te lo piensas un poco más.
Pero en los tiempos actuales, en que todo transcurre a un ritmo frenético, que la realidad adquiere cada vez mayor dinamismo, no podemos permitirnos dudar en tomar una decisión, porque incluso equivocarnos en parte, es mejor que no decidir o no actuar.
Quizás parece algo radical lo que digo, y está aquello de que: «Las prisas, no son buenas consejeras», pero no hablo de decidir con prisas y mal, hablo de que ya no vale tomar solo buenas decisiones, sino que además has de tomarlas en tiempo y forma, sino, no valdrán de nada o será peor que haber decidido lo incorrecto. Así que acabo como he empezado el post, diciéndote, o diciéndome: ¡Decídete ya!
Y en tu caso, ¿estás de acuerdo con lo que intento transmitir? ¿Te ha pasado algo así? ¿Has sabido siempre reaccionar a tiempo?
Blog de Miguel A. Ivars 
Sí. Hay que lanzarse. No se puede esperar a que todo sea perfecto. Es un proceso orgánico. La vida lo es. El emprendimiento lo es cada vez más, y dónde hay menos burocracia y más campo libre de regulaciones -internet- más que en el mundo físico. Totalmente de acuerdo.
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😉 Gracias por comentar Manuel!
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Tienes unos post muy interesantes. Un gusto.
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Aún no me he visto en la situación de tener que tomar estas decisiones (no al menos en el ámbito profesional) Pero creo que tienes toda la razón. A veces la inacción es peor que equivocarse. Creo que en este pais los errores se pagan y a veces puedes arrastrarlos toda la vida. Quizá esto sea lo que para a muchos jóvenes a emprender, o intentar materializar las ideas que tienen. A parte de los problemas económicos que suponga embarcarse en un proyecto.
Yo en estos momentos me encuentro intentando emprender. Por el momento sobrevivo llevando el mantenimiento informático de varias empresas. Pero tengo proyectos en mente que me encantaría al menos intentar sacar adelante. Pero se me juntan muchas trabas que son salvables, pero no se como empezar esta carrera de obstaculos. Empezando por suplir mis limitaciones técnicas, y llegando a mis limitaciones financieras. Creo que las ideas que tengo. Pero no se como llevarlas a buen término.
De todas formas, no me rindo y sigo trabajando en tener al menos un boceto a nivel técnico de lo que sería el proyecto final.
Algún consejo sobre alguien que está empezando?
Un saludo.
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Paco, aunque seguramente parezca una obviedad: Para empezar algo solo hay que dar un primer paso. Y luego continuar.. Lo que quiero decir, es que si nunca te lanzas nunca empezarás. Ánimos!
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Gracias por los ánimos. Espero llegue el día pueda decir que mi proyecto está en marcha.
Saludos.
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¡Totalmente de acuerdo! 🙂 y sobretodo si estas en el mundillo de las nuevas tecnologías…donde lo que hoy es novedad mañana pasó a la historia.
Hay que lanzarse y rápido…¡aunque sea sin saber si la piscina esta llena! 😉
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Así es María José. Aunque a primera vista parezca locura cuando prima la inmediatez no siempre se puede aspirar a meditar demasiado las decisiones.
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