
Al crear marca, uno de las principales actividades a realizar una vez la marca ha sido creada y ya es conocida, son las campañas de recuerdo de marca para mantenerla en su posición, porque de lo contrario, la marca cae en el olvido y otras marcas de la competencia directa o indirecta, al invertir en marketing y estar presentes, son recordadas y la nuestra no, afectando a la imagen de marca presente y futura y en consecuencia a la facturación.
Cuando esto ocurre, no es fácil volver a recuperar la posición original, y normalmente se han de hacer esfuerzos extras que implican inversiones superiores para lograrlo. Por eso las marcas de consumo que son de uso cotidiano suelen hacer un número determinado de campañas al año, y cuando bajan el ritmo de inversión, pueden bajar sus ventas, y entonces para evitarlo y mantenerse, vuelven a hacer campañas de publicidad de recuerdo de marca.
En otras ocasiones, el sector completo de un tipo de producto determinado se relaja un poco, y deja de invertir en publicidad durante un periodo, no es lo habitual, pero a veces ocurre, es entonces cuando es la oportunidad de uno de ellos, que incluso no siendo de los TOP cinco, o de los menos grandes, con una campaña puede ganar posiciones entre las marcas más reconocidas y consumidas, y aprovechando el desliz se marca una campaña que consigue posicionar su producto sobre el de la competencia.
Se pueden ver casos de estos de forma contada, pero ocurren, y en esos casos si ha sido un desliz conjunto y el sector tiene capacidad para invertir, como suele ocurrir, hace un esfuerzo, y ocurre lo que llamo el efecto: «Eh, yo también.«, y todas las marcas surgen de repente rellenando parrilla vallas Internet y todos los medios de sus anuncios, porque la necesidad de mantener sus ventas y de no ser menoscabados por la competencia llega a la vez, se planifica a la vez y se lanzan casi simultáneamente las campañas.
Esto provoca que el consumidor o potencial cliente sea bombardeado en un periodo determinado de tiempo por varias marcas de un mismo tipo de producto, y de repente se vuelva presente para el individuo su uso y consumo, pero por contra, la decisión a la hora de elegir entre las alternativas se puede complicar, porque todos quieren ser los elegidos, pero solo uno lo será al final, ahí es donde interviene la capacidad de diferenciación.
¿Has visto últimamente algún efecto Eh, yo también, en los medios? ¿Cómo crees que se podría evitar?
En mi caso, el efecto lo he visto con los «url shorteners» de repente recibo ofertas por muchos de mis «domain hacks» genéricos terminados en .es, probablemente como consecuencia de la proliferación de servicios a medida de bitly y demás… tengo muchos genéricos que casualmente coinciden con marcas al formar la palabra completa con la extensión de dominio. Obviamente no he vendido ninguno pues no vendo dominios y además te entran conque los quieren gratis y te amenzan con denunciarte y se ponen muy pesados… pero sí que he visto que ha sido un poco todos a una desde febrero hasta la fecha en lo que tu has denominado «eh!, yo también»… además son de prodencias diversas, EEUU, UK, Alemania y Francia.
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