
El tiempo es un recurso limitado y por tanto escasea, a medida que creces lo aprecias más, porque conforme pasa eres más consciente de que «se va» más rápido y de te queda menos, de que minuto no usado adecuadamente, ya no va a «volver».
Verlo así puede resultar ciertamente agobiante y angustioso, pero nos permitirá ordenar nuestras propias prioridades y planificar lo que queremos hacer y en que queremos invertir este bien tan preciado del que, de forma igualitaria en principio, todos disponemos, porque dependiendo de el uso que le demos a lo largo de nuestra vida obtendremos unos resultados satisfactorios, o unos que nos defrauden.
Si además de planificar nuestras preferencias, somos constantes en llevar a cabo nuestras metas a diario con constancia, los resultados de conseguir dichos objetivos nos motivarán a su vez para plantearnos y afrontar nuevos desafíos con más confianza y seguridad en nosotros mismos. En mi propia experiencia cada objetivo logrado, por pequeño que sea ha sumado para el siguiente, especialmente cuando te enfrentas a algo nuevo que no sabes si saldrá, pensar que antes has logrado otros, es un gran refuerzo y garantía que empuja.
El tiempo se aprovecha de muchas formas, desde leyendo en los tiempos muertos, o los trayectos de metro y bus, aprendiendo del tema que nos interesa, siempre que encontremos ocasión, practicando un idioma al ver una película o serie en V.O., sacando tiempos de debajo de las piedras para escribir a diario en tu blog. Cada uno decide que es prioridad en cada momento, y esa elección continua determina como somos al final, que conseguimos y a donde llegamos.
Conozco mucha gente que se deja llevar a diario por las circunstancias, por los devenires y que su vida es un cúmulo de casualidades sin sentido, que normalmente le desagradan sin saber como ni que hacer para cambiarlo, pero es que como decía un dicho valenciano, «al que no fa, li fan«, que traducido sería: «al que no hace, le hacen», que para mí viene a decir, que si no eres tú quién determina tu futuro, los acontecimientos y las cosas que si determinan los demás llegan a ti, y te pillan por sorpresa por el camino.
Por lo que para aprovechar el tiempo, tanto personalmente con tu pareja, amigos, familia, como profesionalmente con tu empresa, puesto de trabajo, etc debes tomar el control, parar un segundo y planificar, y de ese modo verás que si no al 100%, que a veces es complicado, porque no todo siempre depende de nosotros, pero las cosas saldrán más o menos como querías. Porque cuando llegue el acontecimiento, la casualidad, el ofrecimiento, la oportunidad, o la oferta, ya tendrás una alternativa un plan B más adecuado, o si está alineado con tus objetivos, podrás adoptarlo sabiendo que sigue tus aspiraciones.
Esta forma de pensar, y dirigir tus actos me ha reportado grandes satisfacciones, porque aunque no es infalible, yo estoy convencido que cada uno de nosotros creamos nuestro propio futuro cada día con cada si y con cada no.
¿Y tú también planificas, o eres de los que se deja llevar?
Un comentario en “Aprovecha el tiempo”