
Quizás alguna vez en un evento de networking, una persona que has conocido te ha dado su tarjeta de visita, y luego no recuerdas de que era su empresa, pero al ver la tarjeta descubres que menos aún, porque ni siquiera tiene ningún texto junto al logo y solo te queda entrar en la web. Pero una vez en la web, descubres que no sabes de que va o te han invitado a una página de Facebook, y una vez dentro por mucho que miras no sabes a que se dedicaba la empresa o respecto a que trata la página en cuestión.
El tagline, (o eslogan aunque no es exactamente lo mismo) es el mensaje que suele ir justo debajo del logo, y que explica en forma de extracto, directo y conciso con dos o tres palabras a que se dedica la marca que estamos viendo, también puede ser inspiracional y evocar de forma indirecta nuestro fin, pero siempre relacionando la marca con su objetivo.
Es más importante de lo que parece, especialmente si tu marca no es descriptiva en sí misma, es decir, si no incluye conceptos o palabras clave del negocio al que se dedica en el propio nombre, de modo que permitan descifrar fácilmente su cometido, ni visualmente tampoco sugiere lo que és.
Solo cuando una marca es muy muy conocida, podría prescindir de su tagline, pero aún así nunca viene mal recordar y reforzar a que nos dedicamos, para comunicar adecuadamente a los nuevos potenciales clientes a los que impactamos por primera vez con nuestra imagen de marca.
El tagline es imprescindible para el branding, puesto que tras percibir la marca, nos preguntamos: a qué se dedica, y aunque en una marca adecuada debería quedar claro su posicionamiento con el propio logotipo o de su isologo, combinación de logotipo (texto) y isotipo (símbolo), el tagline es el recurso ideal para apoyar y reforzar o al menos indicar nuestro posicionamiento.
El posicionamiento de marca (que no tiene nada que ver al posicionamiento en buscadores) no es cuestión de capricho, ni de estética, sino de ahorro y uso adecuado de recursos. Porque si eres capaz de generar un posicionamiento adecuado, te ahorrarás mucho gasto en publicidad y promoción, y ahí el tagline puede jugar un papel fundamental.
Para ilustrarlo, voy a usar un ejemplo algo simple, pero real. Cuando acabamos el 2º iWeekend de todos, el que organicé en Valencia en Marzo de 2008, quedamos después un día casi todos los asistentes, con la intención de que aquella comunidad no muriera ahí, y que tuviéramos la oportunidad de seguir en contacto con algún evento o similar, se barajó en esa reunión qué queríamos exactamente, y alguien, no sé quién.. como resumen de todo lo dicho dijo: «Queremos un evento de emprendedores para emprendedores» y alguien respondió: ¿¿Eso no es Iniciador?? Y todos dijimos.. ¡es verdad! ..así que poco después, y hasta la fecha, existe cada mes existe Iniciador Valencia.
Simplemente porque tenían un tagline muy bueno, que les permitió posicionarse adecuadamente, y que sus potenciales consumidores fueran capaces de identificarlo, recordar, y difundir a coste 0 su cometido en nombre de la marca. Porque era claro, conciso y totalmente descriptivo. No sé si es el mejor ejemplo, pero desde luego por sus consecuencias, si es bastante esclarecedor.
¿Y vosotros tenéis clara la importancia de un buen tagline? ¿Lo usáis en vuestras empresas? ¿Podéis contar ejemplos de su potencial?