
Desde la semana pasada el debate de los bloqueadores de publicidad ha vuelto a la actualidad con la decisión de Google de retirarlos todos de su tienda Google Play, por incumplir las directrices de uso del acuerdo de distribución de aplicaciones establecidas para desarrolladores de Android.
Se pueden oír todo tipo de opiniones variadas al respecto defendiendo una y otra postura. Y es cierto, los usuarios están en su derecho de elegir ver o no publicidad, totalmente de acuerdo, y más si esta es intrusiva, pero si un desarrollador elige ofrecer una app gratis sin ningún tipo de coste para el usuario, a cambio de ser monetizada a través de publicidad, también está en su derecho, y debería poder también decidir no ofrecer la app a aquellos usuarios que no están dispuestos a admitir dicha publicidad porque directamente no se merece poder disfrutarla, ni gratis ni de ningún modo.
Las aplicaciones como cualquier otra cosa que se haga tiene unos costes de desarrollo y mantenimiento, y a menos que sea un pequeña aplicación hecha por aprender tipo test, o por hobby, suponen unos gastos en recursos al desarrollador o a la empresa que desarrolla el juego o la aplicación, porque ese trabajo es su negocio y modo de vida, si dentro de su estrategia de negocio ofrece una aplicación en modo gratuito, para ser rentabilizada solo a través de publicidad, deberíamos ser conscientes de esto como usuarios al descargarla.
Del mismo modo que los sistemas publicitarios deberían evitar permitir publicidad molesta e invasiva y los anunciantes y agencias debían evitar crearla, porque esta mala publicidad es el motivo y la razón de ser de que existan este tipo de bloqueadores que nacieron para evitar publicidad que en vez de vender, de contarte novedades y emocionar, lo que haces es que agrede y molesta al potencial cliente. Aunque con el tiempo hayan derivado a poder bloquear casi todo tipo de publicidad, algo que pasa al otro lado de la línea, dejando de ser algo comprensible, para ser algo abusivo.
Si yo fuera Google, en vez de desactivar las aplicaciones de Google Play a lo burro y aumentar su impopularidad, tras la polémica retirada de Google Reader, tomando acciones drásticas y para muchos usuarios poco comprensibles porque pone por encima sus ingresos a los intereses de los usuarios. Haría ver a esos usuarios que no tienen en cuenta más que sus propio interés egoísta y se instalan estos bloqueadores bloqueando toda publicidad, intrusiva y no intrusiva sin importarles que los editores o desarrolladores dejen de percibir todo ingreso por su trabajo, detectando los teléfonos que la tienen instalada y permitiendo a los desarrolladores, que si quieren, desactiven el acceso a sus apps financiadas por publicidad cuando estos usuarios vayan a usarlas, avisándoles explícitamente que el motivo es que sin publicidad no pueden funcionar porque hacen peligrar su existencia. De ese modo, quizás se empezarían a tomar un poco de consciencia de su realidad y Google evitaría actuar como lo ha hecho.
Lo mismo sería extensible a las páginas web, blogs, developers que tiene como único modelo de ingresos la publicidad, o que aunque tengan otros modelos la publi les supone parte de su sustento. Así que además de animar a no aceptar publicidad invasiva en sus sitios y apps, no me extrañaría que alguien de estos mismos, desde: bloggers, desarrolladores y medios editores, desarrollaran bloqueadores de los bloqueadores de publicidad, de modo que si un página se muestra en el navegador de un usuario que tiene instalado el add-on y no admite publicidad, el propietario del sitio o de la plataforma publicitaria pueda detectar que se va a bloquear e impida la visualización de su página para ese usuario. Y es que en el juego digital, tanto haces, tanto te pueden hacer.